Creas lo que creas, feliz Navidad
Hay una corriente silenciosa, constante y algo obsesiva que recorre nuestra sociedad desde hace unos años. No es especialmente brillante, ni profunda, ni mucho menos valiente. Es, simplemente, absurda. Consiste en intentar desacralizar la Navidad. No discutirla, no reflexionarla, no reinterpretarla

