Cuando el alcalde, Francisco de la Torre, diseñó el parque de museos para impulsar la centralidad cultural de esa nueva Málaga que tenía en la cabeza y que había recibido el empujón inicial con el Museo Picasso Málaga, cada centro artístico tenía su personalidad: la Casa Natal de Picasso, dedicada a la divulgación de nuestro paisano más universal; el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga, para explorar los nuevos de la creación actual (y sobre todo urbana, según el criterio del entonces adjudicatario, Fernando Francés); el Centre Pompidou Málaga, para la contemporaneidad pujante, con un importantísimo factor didático y comunitario, y el Museo Ruso, para el descubrimiento de un arte y una cultura tan lejanas como inagotables. Hoy, diez años después de aquello, ese mapa ha quedado bastante desdibujado.
Málaga: un parque museístico desdibujado
Escrito el 19/11/2025
Víctor A. Gómez

