El ‘cozy crime’ vive una época de absoluto auge. El gusto por la novela clásica de crimen y misterio sigue vigente en el lector del siglo XXI, lo que ha permitido la explosión de un género que se aparta del thriller más sórdido o truculento o de su vertiente de tinte social para centrarse en el puro placer que supone resolver el enigma y desenmascarar al asesino, al estilo de los libros de Ágatha Christie o del popular juego de mesa Cluedo. Muchos libros de este tipo optan así por entornos bucólicos o paradisíacos en los que un asesinato pone patas arriba la tranquila vida de los habitantes de un pueblecito o rompe los planes vacacionales de un grupo de turistas. Las opciones son múltiples aunque las reglas de juego suelen estar bastante definidas para el lector: entornos cerrados y un elenco limitado de personajes que constituyen la lista de sospechosos. Estos ingredientes se dan, por supuesto, en ‘Muerte en el Ártico’ (Ático de los libros), la última novela del británico Tom Hindle, al que lector español también conoce por su anterior trabajo, ‘Asesinato en el lago de Garda’ (en la misma editorial).
Tom Hindle: el auge del ‘cozy crime’
Escrito el 14/12/2025
José Vicente Rodríguez

