Una 'bella durmiente' de John Connolly

Escrito el 07/12/2025
Santiago Ortiz Lerín

En una clínica de Inglaterra en el condado de Buckinghamshire, una madre con nombre de diosa grecorromana, cuenta una historia a una niña de ocho años. Es Phoebe, su hija, que se encuentra en estado de inconsciencia profunda tras un accidente de tráfico. Muchas personas creen que aun en ese estado prolongado de coma las personas inconscientes escuchan a los que les hablan, por eso Ceres se recuesta en el típico sillón de muchos hospitales a los pies de una cama, echando el respaldo hacia atrás, para leer cuentos a su hija. La niña ha sido trasladada desde un hospital a una clínica asistencial por lo prolongado del coma, y desde la puerta de la habitación un empleado escucha la historia y le dice a la madre que nunca había oído ese cuento. Y, entonces, como si Ceres despertase de una ensoñación, se da cuenta de que ella tampoco conocía la historia que contaba a Phoebe, y que no estaba en el libro que leía sobre sus rodillas, fue, digamos, del modo que cuando alguien se queda medio dormido, en ese punto entre el sueño y la vigilia en el que al despertar por completo se tienen recuerdos oníricos, es decir, mientras se está leyendo un libro y la parte subconsciente del cerebro continúa tejiendo la historia sin leer lo que está escrito. Y luego, cuando esa persona espabila al erguir la cabeza bruscamente y tratar de seguir con el dedo la línea por donde leía, y se da cuenta que esa historia no está en el libro, y le viene una sensación extraña, de perplejidad. Ceres cree que probablemente es porque ella escuchó esa historia en alguna parte: en la ciudad alemana de Aquisgrán, en Renania-Wetsfalia. Agathe conoce en un baile a un ser siniestro, el Hombre Torcido, que quiere que baile con él, y Agathe se niega porque ve algo oscuro en aquel hombre. Y como quien habla sin filtros le dice «(...) nuestros defectos no son la suma de lo que somos. Y eso no puede decirse de ti (...)». De un modo mágico, mientras este hombre inquietante regresa al bosque, obliga a todos a bailar contra su voluntad durante días, hasta que caen al suelo extenuados.